Un lugar dedicado a todas aquellas personas que inspiran nuestras vidas con sus ganas de vivir.
Demostrando que no existen los problemas, solo situaciones a las cuales debemos hacer frente con valor, alegria y amor.
Hoy traigo otra de esas historias reales que te ponen los pies en la tierra y de un manotazo te quitan las tonterías, es la historia de la mexicana Adriana Macias Hernández.
Nació sin brazos un 25 de Abril, y desde entonces su vida se convirtió en ejemplo de superación, lección de vida , además de una lucha constante. "De niña preguntaba a mis papas cuando me saldrían los brazos"
Su discapacidad física no ha sido un obstáculo para ser licenciada en derecho, tener un postgrado en administración de recursos humanos y ser una exitosa conferencista de temas motivacionales. Adriana ha llevado su testimonio de vida a empresas, instituciones, foros, escuelas, fundaciones y diversas organizaciones. Recientemente ha publicado un libro titulado "Abrazar el éxito, sin meter las manos"
“Tu actitud determina tus éxitos y fracasos. La vida es como un horizonte, donde se puede admirar dos polos, el negativo y el positivo; cada uno decide, donde quieres estar, es decir si te quedas en casa a llorar y a lamentarte por las cosas que no tienes, o si sales a la vida a luchar”
No soy partidario de la mayoría de los eslogans sobre la búsqueda del éxito -- ¿porque qué es el éxito al fin sino la preponderancia de los propios deseos sobre los de otros?
Pero una cosa es ese éxito de las posiciones sociales y otra es el éxito que significa sobreponerse sobre uno mismo: desmantelar los propios complejos, enfrentarse a los retos, poner la autocompasión a un lado y hacer de la propia vida un arte.
Muchas veces descubrimos el potencial humano --el propio potencial-- cuando vemos que otros que tienen más razones para quejarse y justificar la propia inacción no lo hacen. Es el caso de Adriana Macías, una mujer sin brazos que, sin embargo, expresa una comprensión única de lo que es un abrazo. La falta de extremidades no ha significado en ella una carencia de coraje para vivir, sino lo contrario: ha hecho manos de sus pies, es abogada, es autora, es conferencista, dice que es feliz.
Hay muchos ejemplos como estos --entre los no-videntes, entre otros con limitaciones físicas, entre los sobrevivientes de grandes tragedias. Nos demuestran que, aunque no controlemos muchas condiciones que nos afectan, en gran manera somos responsables por el rumbo de nuestras vidas.
La historia de Nick realmente logra llenar nuestro cuerpo de cientos de sensaciones. Algunas de verguenza, sabiendo que nos quejamos de cosas sin sentido alguno, de si cambie el auto, si no voy a poder comprarme ese celular, y todo lo que se te ocurra. En otros casos te puede generar bronca, por ver personas como Nick con tantos problemas, y la pregunta es quien tiene los verdaderos problemas, Nick o nosotros? creo que el ya encontro el camino y seguramente no le fue facil, pero esta 10 escalones arriba nuestro. Y seguramente genera en cada uno de nosotros un respecto impresionante, una motivacion increible, para entender que es real, que tiene valor, porque debemos seguir hacia adelante SIEMPRE.
Voy a compartir algunos videos de su historia. Cada video es increible y seguro hay mucho para aprender.
El Equipo Hoyt son un padre (Dick Hoyt) e hijo (Rick Hoyt, nacido en 1962) en Massachusetts que compiten juntos en maratones, triatlones y otros desafíos físicos. Rick tiene una discapacidad adquirida al momento de nacer por falta de oxígeno a su cerebro ya que su cordón umbilical se enredó alrededor de su cuello lo que le originó una parálisis cerebral. Dick lo lleva en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, lo arrastra en un bote especial cuando ellos nadan y lo empuja en una silla de ruedas adaptada cuando ellos corren.
Gracias a sus padres, que ignoraron el diagnóstico de los médicos que indicaron que el se mantendría en un estado vegetal persistente y a los ingenieros de la Universidad Tufts, que reconocieron que su sentido del humor indicaba inteligencia, a la edad de 12, Rick fue capaz de aprender a usar una computadora especial para comunicarse, usando movimientos de su cabeza. Las primeras palabras que él logró escribir fueron "Vamos Bruins!", es entonces que la familia comprendió que era un fanático de los deportes.
Ellos entraron a su primera carrera en 1977, una carrera benéfica de 5 millas para un jugador de lacrosse lesionado que fue compañero de escuela de Rick.
Dick es un Teniente Coronel retirado de la Fuerza Armada de los Estados Unidos en la Guardia Nacional Aérea. Rick logro un Grado académico de la Universidad de Boston en Educación especial y ahora trabaja en el Colegio de Boston. Ellos continúan compitiendo en carreras y además, son Oradores motivacionales.
Hasta junio del 2005, el Equipo Hoyt participó en un total de 911 eventos, incluyendo 206 Triatlónes (6 de los cuales fueron competiciones Ironman), 20 Duatlónes y 64 Maratones, incluyendo 24 Maratones de Boston consecutivas. Ellos además han manejado bicicleta y corrido a lo largo de los Estados Unidos en 1992, una jornada de 3,735 millas que les tomo 45 días.
Durante los últimos 20 años, Dick, de 65 años, ha empujado y jalado a su hijo por todo el pais, pasando sobre cientas líneas de meta. Cuando Dick corre, Rick esta en una silla de ruedas que Dick va empujando. Cuando Dick va en bicicleta, Rick están en un asiento especial sujeto al frente de la misma. Cuando Dick nada, Rick esta en una pequeña pero pesada balsa, estabilizada firmemente, que es jalada por Dick.
Cuando nació Rick, en 1962, el cordón umbilical se enrolló alrededor de su cuello y cortó el flojo de oxígeno a su cerebro. A Dick y a su esposa, Judy, se les dijo que no había esperanza de que su hijo se desarrollara.
“Ha sido una historia de esfuerzo desde que nació”, me dijo Dick. “Caundo tenía 8 meses, los doctores nos dijeron que deberíamos sacrificarlo, que estaría en estado vegetal toda su vida, ese tipo de cosas. Bueno, esos doctores ya no están vivos ahora, me gustaría que pudieran ver a Rick ahora”.
La pareja llevó a su hijo a casa con la determinación de criarlo de la manera más “normal” posible. En cinco años, Rick tuvo dos hermanos menores, y los Hoyt estaban convencidos de que Rick era tan inteligente como sus hermanos. Dick recuerda su lucha para hacer que las autoridades de la escuela local lo entendieran: “Como no podía hablar, pensaron que no sería capaz de entender, pero eso no era cierto”. Estos padres dedicados le enseñaron a Rick el alfabeto. “Siempre quisimos incluir a Rick en todo, por eso quisimos que vaya a la escuela pública”.
Un grupo de ingenieros de la universidad de Tufts llegaron al rescate, una vez que vieron algunas pruebas claras de las habilidades de comprensión de Rick. “Le contaron un chiste, y Rick se mató de la risa” cuenta Dick, “Ellos entendieron que podía comunicarse!”. Los ingenieros entonces iniciaron la construcción de una computadora interactivaque le permitiría a Rick escribir sus pensamientos usando los ligeros movimientos de su cabeza que podía dominar (para esto utilizaron US$5000 que la familia logró juntar en 1972). Un cursor se movía por una pantalla llena de filas de letras, y cuando el cursor alumbraba la letra que Rick quería, el apretaba un switch con la parte lateral de su cabeza
Cuando trajeron la computadora por primera vez a casa, Rick sorprendió a su familia con su primera “palabra hablada”. Ellos esperaban un “Hola Papá” u “Hola mamá”, pero Rick escribió “Vamos Bruins!” Los Boston Bbruins estaban en las finales de la Copa Stanley esa temporada, y la familia se dio cuenta de que él había estado siguiendo los juegos de hockey al igual que el resto. “Así aprendimos que a Rick le gustaban los deportes”, cuenta Dick.
En 1975, Rick fue finalmente admitido en una escuela pública. Dos años después, le dijo a su padreque quería participar en una carrera benéfica de 5 milllas para un jugador de lacross local que se habpia quedado paralítico en un accidente. Dick, quien definitivamente no era un corredor de distancias, aceptó empujar a Rick en su silla de ruedas. Terminaron al lado del último, pero sintieron que habían logrado un triunfo. Esa noche, Dick recuerda: “Rick nos dijo que no se había sentido como un discapacitado mientras competía”.
Este descubrimiento de Rick se transformó en un nuevo horizonte abierto para él y su familia, y así el “Equipo Hoyt” empezó a competir en más y más eventos. Rick me habló sobre el proceso de transformación utilizando su ya familiar, pero dolorosa, técnica de seleccionar letras del alfabeto
“Lo que quiero decir cuando digo que no me siento discapacitado cuando compito es que soy como cualquier otro atleta, y creo que muchos otros atletas se sienten de la misma manera. Al inicio nadie me hablaba. Sin embargo, después de unas cuantas carreras, algunos atletas se me acercaban y empezaban a hablarme. Durante los primeros días, un corredor, Pete Wisnewski, hacía una apuesta conmigo en cada carrera sobre quien de los dos ganaría. El perdedor colgaría el número del ganador en su cuarto hasta la siguiente carrera. Ahora muchos atletas se me acercan antes de las carreras o triatlones para desearme suerte”
Es dificil imaginar la resistencia que encontraron los Hoyt al inicio, pero la actitud cambió cuando entraron a la Maratón de Boston en 1981, y terminaron en el primer cuarto del campo. “Nadie quería a Rick en una carrera de caminos. Todos nos miraban, nadie nos hablaba, nadie quería tener nada que ver con nosotros. Pero no los culpaba, la gente normalmente no esta educada, y nunca habían visto nadie como nosotros. Sin embargo, con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que era una persona como cualquier otra. Además, él tiene un gran sentido del humor.”
Después de 4 años de maratones, el equipo Hoyt intentó su primera triatlón, por lo que Dick tuvo que aprender a nadar. “Me hundí como piedra al inicio”, recuerda Dick sonriendo, “y no me había subido a una bicicleta desde que tenía 6 años.”
Con una bicicleta adaptada para cargar a Rick en el frente, y un bote atado a la cintura de Dick mientras nadaba, los Hoyt llegaron segundos – en la competición que se llevó a cabo el día del Padre en 1985. “Ese fue mi regalo de Día del Padre de Rick”, dice Dick
Desde esos días continuan compitiendo, en casa y en el extranjero. Generalmente tratan de mejorar sus tiempos de llegada. “Rick es el que me inspira y motiva por la manera en que ama competir y los deportes”.
Rick contesta diciendo: “Mi padre es mi modelo a seguir. Una vez que se decide a hacer algo, hace lo posible por lograrlo, no importa que sea. Por ejemplo, cuando decidimos participar en un triatlón, papá entrenó, hasta 5 horas al día, 5 veces a la semana, incluso cuando estaba trabajando”.
Claro que no todos los obstáculos han desaparecido para los Hoyt. A Dick aún le “molesta” cuando la gente se incomoda porque Rick no puede controlar completamente su lengua cuando come. “En los restaurantes, mayormente la gente mayor, se retiran cuando ven la comida de Rick salir por su boca, o se cambian de mesa. Pero debo decir que ese tipo de intolerancia esta siendo vencida gradualmente”.
Otros logros de Dick, además de los deportivos, incluyen su ingreso a la Universidad de Boston, de donde se graduó en 1993 con un grado en educación especial. A eso le siguió, unas semanas después, el ingreso a otra maratón en Boston. “El día de la maratón de Boston, en el camino había gente con letreros que decían: Felicidades por tu graduación!!!”
Dick obtuvo algo mas de todo esto también. Hace 2 años sufrió un ataque al corazón, no muy severo, durante una carrera. Los médicos encontraron que una de sus arterias estaba 95% obstruida. “Si no hubieras estado en tan excelente forma,” le dijo uno de los Médicos que lo atendía, “probablemente hubieras muerto hace 15 años.” Entonces, de alguna manera, Dick y Rick se salvaron uno al otro.
Rick, quien tiene su propio apartamento, y trabaja en Boston, y Dick, retirado y que vive en Holland, Mass., siempre encuentran la manera de encontrarse y estar juntos. Dan charlas y conferencias por todo el país y compiten en una que otra carrera los fines de semana, incluyendo por supuesto, este día del padre. Esa noche, Rick le obsequió a su padre la cena, pero lo que realmente quería darle era un regalo que nunca podrá comprar. La cosa que mas quiero en el mundo ”Es que mi padre Se siente en mi silla y que yo lo empuje aunque sea una vez…”
Una historia que quizás pocos conocen … Se refiere a dos de los tres tenores – luciano pavarotti, placido domingo y josé carreras que emocionaron al mundo cantando juntos. Aun los que nunca visitaron españa, conocen la rivalidad existente entre los catalanes y los madrileños. Pues bien, placido domingo es madrileño y josé carreras es catalán. Por cuestiones políticas, en 1984, carreras y domingo se enemistaron. Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que solo se presentarían en determinado espectáculo si el adversario no fuese invitado. En 1987, a carreras le apareció un enemigo mucho mas implacable que su rival placido domingo. hombre-triste.jpg Lo sorprendió un diagnostico terrible: ¡¡leucemia!!
Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos además del auto-transplante de la medula ósea y un cambio de sangre que lo obligaba a viajar una vez por mes a estados unidos. En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas. Cuando no tuvo mas condiciones financieras, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos Gracias al apoyo de la fundación “hermosa”, carreras venció la dolencia y volvió a cantar. Recibió nuevamente los altos caches que merecía, y trató de asociarse a la fundación. placido-domingo.jpg Al leer sus estatutos, descubrió que el fundador , mayor colaborador y presidente de la fundación, era placido domingo. Luego supo que este había creado la entidad, en principio, para atenderlo y que se había mantenido en el anonimato para que no se sintiera humillado por aceptar auxilio de su “enemigo”. De lo mas conmovedor fue el encuentro de los dos… Sorprendiendo a placido en una de sus presentaciones en madrid, carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente. Placido lo ayudo a levantarse y con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad. En una entrevista a placido domingo, la periodista le preguntaba por que había creado la fundación “hermosa” en un momento en que, además de beneficiar a un “enemigo”, había ayudado al único artista que podría hacerle competencia. Su respuesta fue corta y definitiva: “porque no se puede perder una voz como esa…” Esta es una historia real de la nobleza humana y debería servirnos de inspiración y ejemplo. «así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.» Jesus
Carl Maxie Brashear (19 de enero de 1931 – 25 de julio de 2006) fue el primer afroamericano en convertirse en Maestro de Buceo de la Marina de los Estados Unidos de América en 1970. En el 2000, su servicio militar fue retratado por Cuba Gooding, Jr., en el filme Men of Honor (Hombres de honor).
Carl Brashear, una historia verídica
La historia de Carl Brashear es muy conocida, casi legendaria, en los ambientes navales de Estados unidos. Antes de retirarse, se convirtió en el primer Comandante en Jefe y Buzo de alta mar afroamericano en la historia naval de ese país, a pesar de un accidente que lo dejó lisiado.
La lucha de Brashear para unirse a la singular unidad de buzos de alta mar de la Marina y alcanzar su puesto más alto fue un reto personal. Brashear nació en 1931, era hijo de un familia de campesinos en Sonora, Kentucky. En 1958 se unió a la Marina a la edad de 17 años; el mismo año en que el presidente Truman abolió la segregación en la milicia de los Estados Unidos. Pero el lugar no era lo que esperaba. De pronto se encontró asignado y confinado a una galera, como todos las personas de color y filipinos de la época. Pero una vez que observó la especialidad del buceo de alta mar, Brashear se comprometió consigo mismo en hacerla su profesión, que era inaudito para un marinero de color en aquella época.
Una vez admitido en la Escuela de Buceo de la Marina en Bayonne, Nueva Jersey, Brashear tuvo que sobreponerse a las limitantes de una educación que solamente lo llevó hasta el 1er año de secundaria. Su espíritu indomable le permitió resistir a la adversidad y la exclusión. La mejor respuesta a los obstáculos que enfrentaba era simple: trabajar incansablemente.
Brashear lograría una notable carrera como buzo de la Marina. Incluso después de haber perdido en 1966 la mitad de una pierna durante el rescate de una ojiva nuclear en el Mediterráneo. A través de su extraordinaria fuerza de voluntad, convenció a los dudosos oficiales navales que era capaz de cumplir sus funciones, incluso con su amputación. De hecho, no solamente continuó buceando, sino que también se certificó como buzo especialista. En 1998, se convirtió en uno de los siete hombres reclutados en la historia, en ser condecorado en los archivos navales.
Después del accidente que le arrancó parte de una pierna, Brashear siguió trabajando como buzo durante trece años. Se retiró en 1979 y desde entonces trabajó como empleado civil del gobierno, hasta 1993. Después de su retiro, estuvo internado durante un tiempo en un centro de rehabilitación para alcohólicos. Brashear, que tuvo cuatro hijos, se divorció en 1987 de su tercera esposa.
La pelicula.
La película sobre su conmovedora historia, protagonizada por dos actores consagrados como Cuba Gooding Jr. y Robert De Niro -cuyo personaje no existió en realidad, sino que se armó sobre la base de varios jefes que tuvo Brashear- lo hizo famoso en todo Estados Unidos.
Incluso el presidente Bill Clinton lo invitó a la Casa Blanca para una función privada.
La película también le abrió las puertas a una nueva actividad: la de conferencista. Desde entonces, comenzó a recorrer todo Estados Unidos para dar charlas en las que cuenta su historia e intenta inspirar a jóvenes y a personas con discapacidades físicas. Lo contratan tanto universidades y colegios como organizaciones de veteranos de guerra y de personas que han sufrido amputaciones. Durante sus conferencias suele golpear la pierna ortopédica contra el suelo cuando quiere enfatizar un punto.
También ha aparecido en numerosos programas de televisión y ha sido entrevistado por todo tipo de publicaciones.
Sobre sus conferencias, dijo recientemente: "Hay gente que se da por vencida demasiado rápido. Yo quiero que sepan que, sin importar los obstáculos que aparezcan en el camino, uno puede superarlos".